Una vez alguien hipotetizó que la Tierra es un ser vivo y los seres humanos son parásitos, sí parasitos que viven a costilla de ella y como consecuencia de ello la perjudica, respondiendo así a una verdadera relación parasitaria.
Quizás no somos concientes de ello pero día a día el hombre destruye, degrada, tala, contamina, haciendo así que nuestro planeta responda con señales de que se está enfermando.
Huracanes, tormentas, tifones, maremotos, terremotos cada vez más fuertes son muestra de ello.
El hombre no está ajeno a éstos cambios y su cuerpo denota enfermedades que hace décadas atrás no eran tan severas, como asmas, alergias, reumas y artrosis (ocasionados por la excesiva humedad o por nieblas reiteradas) y hasta el tan temido cáncer de piel producto de una inadecuada protección de los rayos solares, que cada vez son más nocivos.
Pensar a futuro significa pensar en lo que vendrá sino no asumimos el daño causado.
Por un planeta que "viva".
Julieta
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